La adaptación ecológica de San Agustín: el difícil reto de la sostenibilidad

A pesar de todos los esfuerzos que se puedan hacer, sigue habiendo un reto innegable en el cambio climático, que exige a toda la sociedad que nos adaptemos y luchemos contra sus efectos. Esta es una de las premisas que se trató en el I Foro Internacional de Turismo de Naturaleza y Turismo Sostenible, en la Feria de la Naturaleza, el Clima y el Turismo Sostenible que se celebró en Madrid recientemente, y en el que ha participado la Asociación Española de Enoturismo (AEE), de la que formamos parte. Su presidente, José Antonio Vidal, en su charla llamada El Gemido de la Tierra, habló de los desafíos que enfrentamos para cambiar la economía y  llevarla a la sostenibilidad, así como del cambio de actitud y pensamiento que debemos hacer hacia el desarrollo socioeconómico sostenible y la protección del medioambiente.

Pero, ¿qué retos propone eso a la Finca San Agustín y su entorno? Como alojamiento sostenible certificado, en la Finca somos conscientes todos los días, y desde nuestra creación, de la importancia y el necesario cuidado de la tierra. Esto significa que nos basamos en un modo de hacer que se apoya en un compromiso medioambiental, socio-cultural y económico en el lugar donde nos encontramos. Todo ello a través de acciones como la promoción de la economía local, del cultivo ecológico, de la biodiversidad agrícola y de los productos autóctonos y de temporada. También intentamos contribuir a sensibilizar sobre las tradiciones, la cultura y el patrimonio locales y su conservación, en una época en la que es tan necesario mirar al pasado y rescatar las prácticas sostenibles de nuestros antepasados.

Nuestra filosofía nos lleva también a proteger la naturaleza y nuestro entorno por encima de todo, y a promover actividades de concienciación  y educación medioambiental. También intentamos hacer una buena gestión de los recursos naturales, controlando la huella ecológica, el reciclaje y siendo eficientes energéticamente, a un nivel que engloba tanto nuestra masía, como el jardín o los terrenos de cultivo, de los que obtenemos caquis, almendros y olivos en cultivo ecológico.

Sin duda, existe una cuestión ética muy importante sobre este asunto. Pero también podemos hablar de ventajas en el mundo del turismo, ya que este es un sector que se relaciona con muchos otros subsectores y tiene la capacidad de activar la economía. En este sentido, desde San Agustín, finca ligada al mundo del vino, la promoción del enoturismo que siempre hemos tenido presente nos lleva a proteger también de alguna forma esa tierra que, como se exponía en la ponencia del presidente de la Asociación, se queja, gime, esperando una solución. Esta comarca, con sus extensos paisajes de viñedos, sus atardeceres toscanos y sus bodegas familiares, es una oportunidad, pero también un reto para la adaptación.

Una de las iniciativas respecto al vino en esta zona –y un éxito turístico por las visitas que genera- que nosotros apoyamos de cerca es la de “Terres dels Alforins”, una asociación de bodegueros para unir fuerzas y poner en valor los productos locales. Así, han proliferado las bodegas que satisfacen la demanda vitivinícola de los visitantes y a un tiempo también tienen como objetivo proteger el desarrollo agrario y la sostenibilidad del terreno de viñedos y bodegas que producen vino en más de 4000 hectáreas. Es uno de los ejemplos más evidentes de los últimos años, y sin duda es el camino a seguir. Desde la Finca seguiremos promoviendo este camino éticamente sostenible al tiempo que ofrecemos el mejor turismo local. Tenemos claro que queremos ser motor de cambio con esta y con cada vez más iniciativas.