Rutas en Agres y la Sierra de Mariola

Desde la Finca San Agustín creemos que octubre es uno de los meses más especiales del otoño. La naturaleza empieza a cambiar delante de nosotros y a derivar en multitud de colores. Es en los entornos boscosos y con abundante flora, como en Terres dels Alforins o cerca de la Sierra de Mariola, donde se pueden apreciar mejor los cambios otoñales. Por eso, esta vez os hablaremos de algunas rutas que podéis realizar en una de las localidades más bonitas del norte de Alicante, Agres, y que se encuentra a solo media hora en coche desde la Finca. Por eso estas sendas son perfectas para hacer un par de escapadas rurales y relajarse con familia o amigos durante vuestra estancia.

Se trata de un pueblo de montaña que se encuentra enclavado en el valle del mismo nombre, y por el que discurre un río que marca su orografía. Al estar situado entre la Sierra de Mariola y la Sierra de Agullent, este pueblo y sus alrededores se encuentran en medio de una maravilla paisajística. Así, algunas de las rutas senderistas más conocidas en Agres son las que parten de la localidad y recorren los rincones más bellos del Parque Natural de Mariola.

En primer lugar os hablaremos de una ruta de dificultad media, con el nombre oficial de PR-CV 104, que parte del refugio Garrido, muy cerca del casco urbano del municipio. La duración de la ruta es aproximadamente de tres horas, con 9 kilómetros de sendero y un desnivel de 360 metros. El recorrido también pasa por el refugio Zamorano y finalmente acaba en la cava Don Miguel. Esta construcción constituye uno de los vestigios del esplendoroso pasado de comercio de la nieve en la zona mediterránea que duró del siglo XV al siglo XX.

Las cavas eran depósitos de nieve de grandes proporciones que ahora forman parte del paisaje de sierra como interesantes muestras de la arquitectura rural. En la Sierra de Mariola se guardaba la nieve que se consumía, sobre todo, en La Costera y La Ribera. En el caso de la cava Don Miguel, esta construcción se alza a unos 1050 metros de altitud y se diferencia como una de las cavas más imponentes que podemos encontrar en el municipio, debido a sus anchos muros y 8 contrafuertes que permitieron en su origen elevarla sobre el terreno. Debido a ello, la cava, que data del siglo XVIII, tiene el aspecto de un pequeño fortín defensivo. El interior del monumento es de planta circular, con paredes de mampostería, con tres entradas. A la parte inferior de la cava se accede por un pasadizo, mientras que en la zona media se puede ver una especie de refugio, y en la más alta, la estancia se hace abovedada.

Por otra parte, el otro sendero señalizado, el PR-CV 27, es de dificultad media-alta, y recorre unos 7,5 kilómetros en unas dos horas y media, con 500 metros de desnivel. Se trata de un sendero que describe una ruta circular debidamente señalizada que empieza en Agres y pasa durante el camino por la caveta del Teix –una pequeña cava de seis metros de diámetro y sin bóveda-, la cava de l’Habitació, el refugio de Montcabrer y la cava Gran, antes de volver a Agres por otro sendero, trazando así un círculo. De esta ruta cabe destacar los importantes neveros como el de l’Habitació, que está a poca distancia del refugio de montaña de Montcabrer y del observatorio forestal del Comptador. Esta zona es interesante por ser un área muy visitada por excursionistas, y por la construcción de la cava, que conserva su bóveda de mampostería y mortero. Por su lado, la cava Gran o cava Arquejada, es una de las más antiguas, datada del siglo XVII, y que vale la pena visitar por su buen estado de conservación. Aún se pueden ver los seis arcos de piedra apuntados que servían para sujetar la cúpula, que ha desaparecido. Además, junto a la habitación a la que se accede por la puerta norte de la cava, hay una fuente natural de agua.

Con estos grandes descubrimientos en las rutas, toca emprender el regreso mientras seguimos disfrutando de las plantas, árboles y fauna de la Sierra de Mariola, que como hemos visto guarda todavía muchos secretos entre su paisaje de montaña.