Idiomas

Una masía del siglo XVIII ambientada en el mundo del vino

02, julio | La Vall D´Albaida
decoracion hotel rural

Decorar la Finca San Agustín fue un auténtico desafío. Así define el año y medio de trabajo la interiorista valenciana, María José Virosque, encargada de transformar cada uno de los rincones de esta Masía abandonada y derruida del siglo XVIII. Para esta profesional del diseño vestir este hotel rural fue todo un reto. Ella, junto al arquitecto Agustín Galbis dirigieron todo el proceso de rehabilitación y decoración de la Finca San Agustín hasta convertirla en el hotel rural de lujo que es hoy.

Para equipar este alojamiento se huyó de lo rústico en busca de un toque más vanguardista. La fuente de inspiración fue fusionar lo antiguo con lo contemporáneo con ambientación del mundo del vino.

“Lo primero que hice fue enamorarme del paisaje que rodea la Finca San Agustín”, declara Virosque, para quien fue un verdadero placer disfrutar durante el año y medio que duró la decoración de la Finca de los intensos colores que brindan los alrededores de San Agustín en las  diferentes estaciones del año. Los que conocen esta Masía saben que los marrones, amarillos y naranjas de otoño dan lugar a una explosión multicolor en primavera y a un intenso verde en los campos durante el verano. Incluso cubierto por un manto de nieve blanco el paisaje de San Agustín te captura.

Esta diversidad multicolor plasma en las 8 lujosas habitaciones de la Finca. Cada dormitorio está tematizado  con  una variedad de uvas. Mandómonastrell, verdil o garnacha son algunas de las estancias inspiradas en temática enológica autóctona valenciana. En la mayoría de ellas, los cabezales de la cama tienen un diseño atamborado con retroiluminación que permiten al huésped tener la sensación de estar mirando al horizonte.

En los dormitorios, unas cortinas muy fluidas de tonos calidos ofrecen al visitante estar en permanente contacto con el paisaje.

La naturaleza que rodea la Finca San Agustín también se integra en las habitaciones donde troncos de árbol hacen de mesita de noche. Para que sean más funcionales y modernas se les han incorporado unas pequeñas ruedas.

Otro de los aspectos que llama la atención de las estancias son sus techos. En cada dormitorio se han respetado los colores originales azules y ocres con los que fueron pintados en su día. Estos techos se han unificado con un blanco roto en las paredes.

Merece mención especial la escalera central que da acceso a las habitaciones. Al tratarse de una construcción protegida durante el periodo de restauración se mantuvo íntegramente la estructura de dicha escalera y se le añadió como elemento decorativo una caída de 20 luces.

Las lámparas de los salones y pasillos de la Casa, al igual que todo el mobiliario de la Finca San Agustín también esconden su historia y sin duda merecen su propio post.

Cada uno de los rincones de la Finca San Agustín guarda un trocito de vida. Detalles que cautivan y que hacen que para el visitante se detenga el tiempo en cada estancia.

Listado de posts