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Donde se juntan tradición y modernidad: El templo del Sagrado Corazón y la Adoración Eucarística Perpetua en Agullent

31, octubre | Un poco de Historia
Donde se juntan tradición y modernidad: El templo del Sagrado Corazón y la Adoración Eucarística Perpetua en Agullent

A solo 25 minutos de la Finca San Agustín encontramos, al pie de la sierra de Agullent, un pueblo que toma su nombre de ella y que desprende el agradable olor de las hierbas aromáticas que llenan este paisaje enclavado en la última estribación de la sierra de Mariola. Se trata de Agullent, una localidad marcada por el paso de las épocas y de las civilizaciones que la poblaron, e independiente de Ontinyent desde el siglo XVI. Como es una zona de otoños e inviernos suaves, se pueden aprovechar también estas fechas para visitar la localidad y los pueblos limítrofes. Por eso, esta vez os hablaremos de uno de los mayores atractivos de esta localidad, que además esconde un interesante y novedoso secreto.

Se trata del Convento de San Jacinto o Convento de las Capuchinas, también llamado Convento del Sagrado Corazón de Jesús, un antiguo monasterio que data del siglo XVI y que es Bien de Relevancia Local como monumento. En su origen, fueron los monjes Dominicos los que lo edificaron en el año 1585 con el nombre de San Jacinto. Pero en 1889, tras la desamortización española de bienes de las órdenes religiosas y de la Iglesia, llegaron las monjas capuchinas y le pusieron el nombre de Sagrado Corazón de Jesús. Dada su antigüedad, sus muros encierran todo tipo de historias. Por ejemplo, durante la Guerra Civil, el convento sirvió de asilo de refugiados. Más tarde, ya en 1971, fueron los Justinianos los que se hicieron cargo del convento en régimen de clausura.

Pero, ¿qué es del antiguo monasterio actualmente? Pues los visitantes están de suerte, pues recientemente se han vuelto a abrir sus puertas gracias a la llegada de ocho religiosas de las Hijas de la Sagrada Familia, una comunidad fundada en Colombia. Con ellas han traído, además, una antigua e interesante costumbre que se está volviendo a extender: la llamada Adoración Eucarística Perpetua, para la que han habilitado una capilla de la iglesia del monasterio. Lo único que ha de hacer el visitante para participar es inscribirse en un turno como voluntario.

Esta experiencia consiste en un rezo realizado por el voluntario durante un periodo de tiempo a elegir, normalmente de una hora, frente al Santísimo Sacramento, cuya exposición al público es permanente. Esta práctica tiene un origen místico que se remonta al siglo XVII, cuando Jesús, según se cuenta, se le apareció a una religiosa francesa y le pidió que oraran por él durante una hora, sin dejarle una sola hora solo, en reparación por el conocido episodio bíblico del huerto o jardín de Getsemaní. Como se escribe en los Evangelios, fueron momentos de angustia para Jesús, en los que los discípulos quedaron dormidos, por lo que la Adoración Perpetua del Sacramento pretende ser una reparación por ese tiempo de soledad. La llamada Hora Santa, en la que se está con él.

Durante todo el año, las 24 horas del día, las recién llegadas religiosas del monasterio realizarán esta adoración perpetua y darán la bienvenida a los voluntarios que quieran hacer lo propio. Además, se trata de una experiencia reposada que permite visitar el antiguo monasterio, de estilo colonial y decoración renacentista, con un claustro central en el que se incluyen interesantes relojes solares. Por todo ello, os invitamos a que visitéis la localidad de Agullent y sus monumentos en vuestra escapada, sin dejar de acudir a este convento tan especial con 500 años de historia.

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